La fotografía nocturna es una de las disciplinas que mas me gustan, quizá por su espectacularidad y por la complejidad que supone realizarlas, si ya es difícil la fotografía de paisaje la nocturna se incrementa por el hecho de que tienes que hacerlo a oscuras, las salidas se resumen en muchas horas, muchas pruebas, mucho frío y pocas fotos, la mayor parte de las salidas quedan en una decepción cuando ves las fotos en el ordenador, pero esto es así.
En esta ocasión mi compañero Emilio y yo habíamos comprado unas linternas, a el le faltaba una de luz cálida y a mi de luz fría, así que como de costumbre en un pensat y fet salimos a la marjal (zona muy próxima a la ciudad en la que vivimos) sabíamos que la contaminación lumínica nos iba a perjudicar, pero las ganas de volver a salir a hacer fotografía nocturna (este verano los cielos fueron muy malos y no salimos prácticamente) y de estrenar las linternas era mas fuerte que los inconvenientes, así que después de dar una vuelta entre arrozales decidimos acercarnos a la localización en la que hicimos nuestra primera nocturna hace un par de años, en aquella ocasión nuestros conocimientos se limitaban a lo leído en algún blog y nuestro material a unas linternas de los chinos, después de pelearnos con las composiciones y la medición (siempre tan compleja en fotografía nocturna) hicimos un par de fotos de las que quedé contento y que espero os gusten.
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El sitio y junto la contaminación lumínica, no eran lo mas apropiado, pero tu has sabido sacarle partido, Mestre. !!! Magnificas las dos fotografías y gran texto. Un abrazo compañero.
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